15 de julio de 2011

Nueve nuevas profesiones para el individuo conectado, que hay más allá del Community Manager?

Después de unos días de mucha escritura y poca lectura descubro  este interesante estudio del Institute for the Future (IFTF), Future Work Skills 2020, descargable en PDF y que realiza una interesante prospección acerca de los cambios en las competencias necesarias para los puestos de trabajo del futuro.

Coincide con una propuesta de Jesús Martínez acerca de los puestos de trabajo de futuro en el sector del conocimiento, el trabajo colaborativo, etc. que empieza a encontrar respuesta en el ejercicio que iniciamos… No está mal, tal y como están las cosas, abrir, más allá de un Community manager que está empezando a  dedicarse a múltiples y diversas tareas, futuros filones de ocupación.

Los elementos que cambian, que determinan las nuevas habilidades, competencias y, añadimos, profesiones, son:

1.    La longevidad extrema: El aumento de la esperanza de vida a nivel global cambiará la naturaleza de lo que es una carrera en el mundo laboral y las formas de emprender cualquier iniciativa vinculada con el aprendizaje (a este respecto, en el último párrafo describo una nueva profesión, el Experto en Aprendizaje)

2.    La aparición de las máquinas y sistemas inteligentes: La automatización en el lugar de trabajo hará que “los trabajadores humanos” dejen de realizar tareas rutinarias y repetitivas.  (Recordar la importancia de formar las capacidades ligadas al hemisferio derecho de nuestros cerebros, así como la idea de que “ahora que tenemos todas las respuestas falta que formulemos las preguntas adecuadas, que tomemos decisiones sobre los caminos a tomar)

3.    La consolidación de un mundo computacional: La cada vez más creciente presencia de sensores y el poder ilimitado del procesamiento transformarán al mundo en un sistema programable (la profesión de analista de datos será la que trabajará este aspecto)

4.    La nueva ecología de los medios de comunicación: Que requiere de nuevas alfabetizaciones comunicacionales que van más allá del mero texto. (la profesión de experto en comunicación y psicología social será importante a este respecto)

5.    La presencia de organizaciones superestructuradas: Las tecnologías sociales movilizarán nuevas formas de producción y creación de valor.

6.    Un mundo globalmente conectado:  (la más importante y disruptiva, la que cambiará con más fuerza lo que conocemos, especialmente en cuanto a la emergencia de un nuevo individuo, el individuo conectado, que estudiar y formar, como veremos)

Las nuevas habilidades o competencias necesarias serán, como podemos ver en el gráfico:


1.         Dar sentido.

2.         Inteligencia social.

3.         Pensamiento adaptativo y novel: Es la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de lo que la memoria dicta o basándose en reglas. (lo hemos llamado anteriormente intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente, etc.)

4.         Competencias transculturales (es necesario recuperar la función del antropólogo en los medios sociales)

5.         Pensamiento computacional. (también relacionado con la intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente)

6.         Alfabetización en “nuevos” medios (en cuanto a formato pero sobre todo en cuanto a su carácter interactivo, social, que los acerca a las tradicionales ciencias sociales)

7.         Transdisciplinariedad (nos acercamos, creo, a perfiles profesionales más amplios que nunca antes. La importancia reside en el proyecto concreto de estudio, que siempre requerirá, además, de un equipo multidisciplinar enredado)

8.         Mentalidad orientada al diseño (Design Mindset)

9.         Gestión de la carga cognitiva: Entendida como la capacidad de discriminar y filtrar la información por orden de importancia, y para entender cómo aprovechar al máximo el funcionamiento cognitivo mediante una variedad de herramientas y técnicas. (Desde el documentalista al “curador” de contenidos a los expertos en productividad)

10.     Colaboración virtual.


A pesar de ser consciente de que investigaciones recientes en usabilidad observan que en las pantallas leemos en F y de que muchos no llegarán ya a este punto de la entrada ,  desarrollo a partir de aquí una prospección de las profesiones de futuro, que también tendrán que ver con algunas de estas habilidades o competencias pero que creo que, por su importancia, tendrán entidad como profesiones en sí mismas.

Se trata de extender el trabajo del Institute for the Future y aventurar una primera aproximación al tema. Estas podrían ser, más allá del Community manager, las nuevas profesiones para la sociedad aumentada, para la nueva hipersociedad:


1.         Analista de datos, relacionada con la visualización, las posibilidades crecientes para el estudio social pero también para otras muchas disciplinas de lo que también se denomina “Datamining” y que trata de la nueva abundancia de datos para monitorizar, describir, estudiar y predecir que genera un mundo conectado.

2.         Psico-comunicólogo social, del ser humano conectado, en constantes procesos de comunicación, experto en persuasión e influencia y conocedor de las diferencias psicológicas entre el individuo social y el nuevo individuo conectado. Llevo un tiempo pensando que en un contexto de medios sociales, de auto-comunicación de masas, como nos decía Castells, de individuos conectados convertidos en medios, la comunicación se hace indistinguible de la psicología social, haciendo necesario el surgimiento de una disciplina híbrida entre ambas.

El perfil es similar al que entendemos por Community Manager pero mucho más ligado a los procesos de participación y menos a las características concretas de cada marca de red social virtual. También resulta, obviamente, parte fundamental de la tarea del community, de forma que, según me consta, algunos programas universitarios en comunicación ya están dando algún espacio a este aspecto.

3.         Prospector de negocio, Innovador, capaz de crear nuevos modelos de negocio, nuevas oportunidades. Tiene que ver con la observación y la flexibilidad y está en íntima relación con el analista de datos, ejecutando, poniendo en práctica las ideas que derivan de la observación objetiva del primero de la riqueza de indicios, indicadores, tendencias, etc. en la web.

4.         Innovador – Emprendedor social:  Similar pero vinculado al activismo, ligado a la reestructuración o reinvención de esta nueva sociedad de individuos conectados, en la que no solo aumentan las posibilidades de conocer lo que somos sino también de proyectar lo que queremos llegar a ser.

5.         Antropólogo intercultural, del ser humano conectado: Cuando los negocios están cada vez más globalizados, el análisis cultural es importante y puede significar el éxito o fracaso de cualquier mensaje en los social media. La antropología, para el individuo conectado con las más diversas culturas, sigue siendo fundamental.

6.         Curador de contenidos, Cuya definición da para una articulo completo y se las adjunto en el siguiente link: http://bit.ly/cIvG5o

7.         Organizador de la inteligencia colectiva, muy parecido al psicocomunicólogo social pero orientada a resultados, a la obtención de productos de conocimiento útiles para la organización. También el profesor tradicional debería incluir en su actividad, como hemos visto en otras ocasiones, este importante aspecto. En todas las profesiones creativas, creo, es necesario dejar de ver internet como el enemigo y empezar a explotar las posibilidades de la inteligencia y la creatividad colectivas.

8.         Experto en aprendizaje

Para la educación, como hemos dicho en otras ocasiones, el aprendizaje, el estudio de los procesos cognitivos y motivacionales ligados al mismo, se convierten en centrales. Cuando es posible monitorizar y aplicar analíticas, programar feedbacks al aprendizaje online, haciendo mucho más potente el aprendizaje autónomo, cuando la longevidad nos lleva a pensar en aprendizaje para toda la vida y lo importante es saber solucionar la que llamo la brecha de aprendizaje, la ausencia de ganas de aprender en cada etapa vital, el estudio de los procesos tanto de la motivación como de la adquisición de nuevos conocimientos a nivel científico, desde la psicología experimental o la neurobiología se hacen fundamentales.

Son muchos los nuevos datos que podremos analizar y por tanto es mucho lo que podremos aprender de cómo aprendemos y/o nos motivamos hacia el aprendizaje los seres humanos. Todo ello sin olvidar los factores sociales y culturales, también, del aprendizaje, que pueden ser medidos, como veíamos, también con mayor precisión.

La profesión de educador, de profesor, de gestor de la formación, se vincula con más fuerza al estudio de cómo se adquiere y transmite el conocimiento, necesita de la ciencia en mucha mayor medida que nunca antes. El experto en aprendizaje, su base científica y su especial vinculación con la psicología experimental y cognitiva, resultan imprescindibles.

9.         Experto en participación

Es importante en momentos de cambio como los que vivimos y como también hemos dicho en muchas ocasiones, educar una participación que no en todas las generaciones ni con la calidad deseada se produce de forma espontánea. Lo vimos al hablar del 15M: lo que vivimos es una eclosión de las posibilidades de participación en la web que los jóvenes y no algunos políticos, conocen, desean y reivindican. En un futuro de democracia 2.0, realmente participativa, de gestión política y no solo campañas de conversación en las redes sociales, la brecha de participación sería realmente grave.

Al final, cuantas más son las posibilidades que nos abre la sociedad red, cuanto mayor es la promesa de hacernos, como sociedad y como individuos, más grandes, más grave se hace la posibilidad de quedar excluido. El experto en participación será maestro en mostrar las posibilidades de formación, subsistencia, crecimiento personal, cambio social, empoderamiento en general que una apropiación adecuada de la web es capaz de proporcionar a cada perfil de población, solucionando así una brecha de apropiación (no uso la web porque no cubre ninguna de mis necesidades actuales) que tiene mucho de desconocimiento.

Fuente: El Caparazón.

12 de julio de 2011

10 razones por las cuales el ciberespacio es el nuevo campo de batalla global

La próxima gran revolución o guerra mundial podría empezar en el ciberespacio; hacktivistas asociados a Anonymous proclaman estar modificando el escenario geopolítico


¿Serán los hackers los grandes caudillos de las revoluciones del siglo XXI? En un mundo donde las corporaciones y los gobiernos ejercen un claro e insalvable dominio militar y económico, es difícil vencer en el campo de batalla tradicional, pero al moverse cada vez más el mundo al ciberespacio, algunos entusiastas creen que se abre una flamante posibilidad.

Activistas y ciber-téoricos que se aglutinan alrededor de hackers y piratas informáticos como Anonymous y  el recientemente disgregado LulzSec creen que estamos viendo el surgimiento de un nuevo escenario de empoderamiento civil, en el que la plaza pública se convierte en el espacio digital, una red descentralizada cuya protesta viral se ejerce a través de la acción cibernética, en un terreno aún no definido (¿califica como violencia un ataque de D-DoS? ¿Es una declaración de guerra publicar archivos clasificados?). Si la información es poder (es el poder) entonces tal vez el ciberespacio, al transformar el espacio físico en información, la realidad en virtualidad, ciertamente se erige como el nuevo campo de batalla, en el que por enésima vez los muchos intentarán despojar a los pocos que detentan la gran mayoría de los bienes (el pastel físico y metafísico del planeta).  ¿Tendrá esta futura revolución su justicia poética o será una nueva farsa en la que lo único que ocurre es un reacomodo de los nombres para la continuidad del sistema (y las personas que secretamente lo rigen)?  ¿Se alzarán los geeks y los nerds con espadas virtuales sobre al abismo donde yace el Leviatán de la historia? ¿O son Anonymous y los demás movimientos de hacktivismo los nuevos enemigos necesarios creados para satisfacer la dialéctica del poder y militarizar el ciberespacio, de la misma forma que el terrorismo o el comunismo fue usado para dinamizar la industria militar en su momento?

Es muy prematuro concluir en favor de alguien, pero mientras tanto les compartimos estos diez puntos, en los que hacktivistas vinculados con Anonymous exponen por qué el ciberespacio será donde inicie la gran guerra del futuro:

1.- La nueva generación de hackers se muda de una economía psíquica basada en el lulz (las bromas digitales por el simple hecho de perturbar a los demás) a una actitud política y socialmente involucrada con los eventos mundiales. La “politización de 4chan”, el nacimiento de Anonymous y el apoyo mundial a WikiLeaks sientan las bases para un nuevo hacktivismo con una conciencia y una escala nunca antes vistas.

Los nativos digitales están viendo su libertad de navegar por el éter cibernético amenazada por las políticas globales de control de Internet, y esto los ha radicalizado. Recuerden que estas son las personas que respiran, comen y duermen en Internet y por lo tanto saben moverse (y agitar la Red) con mayor destreza que las personas que hacen las leyes y ponen las firmas.

2.-  Esta nueva generación que despierta políticamente (o que amenaza con despertar) a través de Internet ha crecido en una red de información interminable, fluyendo en un sofisticado río de intercambio memético  y en este sentido está naturalmente capacitada para entablar una guerra informática, con mayor velocidad y adaptabilidad que las viejas generaciones que detentan el poder. Los senadores en el Congreso, los Rockefeller y demás miembros de esta élite financiera no tienen nada que hacer en el terreno del manejo de la información pura y la programación de los espacios digitales contra un niño de 14 años con una buena conexión a Internet en un garage (aunque claro, ellos pueden apagar el Internet).


3. Los nativos de la Red tienen un sentido de identidad sin fronteras, en el que cada vez más las fronteras nacionales tienen menos significado. Esto se debe a que todos los días pueden interactuar indistintamente con personas que están en Texas, El Cairo o Helsinki, y las diferencias entre las narrativas nacionales se borran. En cambio se definen acorde a los roles y actividades que llevan en línea, sus valores y posturas políticas: una nueva clase internacional inmaterial de solidaridad online que se mantiene más allá de la territorialidad.



4. La intensidad de la retroalimentación en tiempo real alimenta el fuego; cualquier persona puede medir los resultados conforme van sucediéndose en el escenario global. Esto alimenta el ego de los grupos de hackers que se entusiasman al ver su trabajo reflejado en la caída de las acciones de una empresa que han atacado o de los aprietos en los que han metido a tal o cual político. Al mismo tiempo sus ataques se ven estimulados por el apoyo instantáneo de las comunidades de internautas, lo cual eleva la moral de las tropas (LulzSec, por ejemplo, recibió $7000 en bitcoins en un día).


5. Nace una nueva ética mundial entre los hackers: un hack a la vez. Ver reflejadas sus acciones en cambios positivos puede hacer que estos grupos vayan formulando una nueva ética planetaria, que a diferencia de los planteamientos teóricos de la filosofía moderna puede aplicarse de manera tangible y determinante en los nuevos escenarios de nuestra realidad colectiva. Entre la euforia de golpear a un grupo como Monsanto o atacar a Mastercard , los hackers van descubriendo algo trascendente y revelador: el viaje de poder de ayudar a la gente (el éxtasis de Robin Hood, la redención de la anarquía). Como el héroe de la película V for Vendetta, los hackers podrían aprender a fraguar el más sublime acto: el sacrificio por el bien común.


6. La diversidad de grupos de hackers como Anonymous, tanto en sus miembros (en teoría, cualquier persona en el mundo), como en sus tácticas de ciberataque: desde las técnicas más básicas como las inyecciones de SQL y los ataques de DDoS, hasta el  uso de LOIC (Low Orbit Ion Cannon). Todo esto sugiere un ejército open source con una gran flexibilidad y adaptabilidad.


7. Los gobiernos están respondiendo con un esfuerzo concertado para reformular las actividades cibernéticas como crímenes contra el estado y el capital.  No hay duda que el hacktivismo será pronto elevado a una forma de terrorismo.  Esto recuerda a la reformulación de las narrativas de movimientos laborales a lo largo del siglo 19 y 20 como enemigos del Estado.

En la cumbre del G-8 de este año se empezó a discutir ya la posibilidad de endurecer el control de la Red en aras de la seguridad nacional. El Reporte de Primavera de la OTAN por primera vez se refirió a Anonymous y empezó a utilizar palabras como  “ciberterrorismo” y “ciberguerra”.

Esto eventualmente acabará en una gran confrontación, entre aquellos para los cuales Internet encarna el espíritu de libertad popular y aquellos para quienes Internet es un sofisticado sistema de control, espionaje, vigilancia y marketing ontológico.


8. Anonymous ha empezado a realizar programas de mayor proactividad, reclutando miembros e impartiendo entrenamiento. Además de entrenar prospectos para su armada digital anónima y difundir herramientas de hacking, las lecciones están orientadas al aumento generalizado de una ciberconciencia, enseñando a utilizar proxies, a encriptar datos y a proteger la identidad en línea.


9. Al mismo tiempo que el hacktivismo crece, los gobiernos del mundo están entrando en una carrera para reclutar “ciberguerreros”, extraer o extorsionar a hackers para incrementar su muralla de defensa y crear un ejército de “sombreros blancos”.


10. Más allá del hacktivismo, en la actualidad se desarrollan armas cibernéticas capaces de hacer daños profundos a la infraestructura de un Estado-nación. El primer gran ejemplo de lo que puede venirse es el complejo gusano bélico Stuxnet, utilizado por Estados Unidos e Israel para afectar el programa nuclear de Irán. En la medida en la que se incrementa la dependencia a la tecnología informática para realizar actividades de seguridad nacional también se abre una brecha de vulnerabilidad para ser atacado seriamente por estas vías. Asimismo, avances en inteligencia artificial, nanotecnología y la implementación de chips al cuerpo humano harán cada vez más diversa y compleja la panoplia de armas cibernéticas y usos del hacking en un futuro cercano. Si bien podríamos tener máquinas hiperinteligentes o seres aumentados para ser una especie de superhumanos cibernéticos, estos también podrán hackearse.

Autor: pijamasurf

8 de junio de 2011

Uno de cada cuatro hackers es informante del FBI


Según el periódico The Guardian, informantes del FBI estarían infiltrados entre grupos de activistas hackers.

Según una publicación del periódico inglés The Guardian, la gran mayoría de los que infiltrados que pasan datos al FBI (y también al Servicio Secreto) no cooperan por decisión propia, sino bajo amenaza. La investigación afirma que los informantes son hackers que han sido identificados por las fuerzas de seguridad y que toman un nuevo camino para evitar la prisión.

En The Guardian indican que la presencia de las agencias federales en las principales organizaciones “hacktivistas” es cada vez más fuerte, e incluso ya se encontraría en el seno de Anonymous. A esta conclusión llegaron después de que este año se realizaran 45 allanamientos (entre Estados Unidos y Reino Unido) en domicilios pertenecientes a personas relacionadas a los hackers que operan bajo el rostro de Guy Fawkes.

Desde aquí no podemos decir si la cifra de “uno cada cuatro” es real o una simple suposición, pero nos queda bien en claro que la investigación de los ataques cibernéticos de primera línea no es un chiste. Internet es tierra de paranoia, y tanto los piratas como las fuerzas de seguridad quieren aprovecharse de eso lo más que pueden.

Cómo será la nueva Internet que revolucionará nuestras vidas

Compañías como Cisco, Google y Microsoft iniciaron la implementación del protocolo IPV6, una tecnología que permitirá la expansión de las conexiones a la Red de casi cualquier dispositivo, incluso electrodomésticos.  Un televisor con acceso a Internet, un futuro que se extenderá a otros electrodomésticos gracias a IPV6.

Aunque probablemente pase inadvertido para los millones de usuarios que día a día utilizan la Web y envían mensajes de correo electrónico, las principales compañías del mundo tecnológico iniciarán un demorado cambio tecnológico que permitirá eliminar los límites que tiene Internet tras su explosivo crecimiento en los últimos años. Cisco, Google, Facebook y Microsoft, entre otras firmas, pondrán a prueba el protocolo IPV6 en reemplazo de IPV4, un proceso que ampliará la capacidad actual de la red de redes al permitir la conexión de casi cualquier dispositivo, más allá de las computadoras y teléfonos celulares.

En la última década, Internet tuvo un crecimiento imparable. En todo el mundo había 250 millones de usuarios con acceso a la Red en 2000, una cifra que se multiplicó por ocho una década más tarde, según cifras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Cada uno de ellos es probable que acceda desde más de un dispositivo, como computadoras y celulares, que deben utilizar un identificador único denominado número IP.

La actual plataforma IPV4, que se encuentra vigente desde 1981, dispone de unos 4294 millones de números IP. Sin embargo, en el actual panorama, esta versión del protocolo se encuentra agotada, ya que el 90 por ciento de esas direcciones se encuentran utilizados. Groso modo, en todo el mundo hay más de 4000 millones de dispositivos con conexión a Internet.

La migración a IPV6 le quitará los límites a Internet en este aspecto, y permitirá su ingreso a diversos dispositivos: un lavarropas que se pueda controlar de forma remota, una heladera que emita alertas de compra o un auto eléctrico que indique al Smartphone que necesita recargar sus baterías. Sin ir más lejos, ya se encuentran en el mercado diferentes modelos de televisores que ofrecen la posibilidad de conectarse a la Red.

De persistir con IPV4, una actualización que requiere de una inversión económica en el recambio de equipos, el agotamiento de las direcciones IP disponibles impediría la expansión de este tipo de servicios. Si bien IPv6 también tiene un límite, esto no será fácil de alcanzar por muchos años, ya que con él son posibles unos 340 sextillones (340 seguido de 36 ceros) de direcciones IP.

La fecha elegida, denominada Día Mundial del IPV6 , es simbólica, y busca el compromiso tanto de las compañías tecnológicas involucrada en servicios de uso más extendido como Google, Facebook y Microsoft, como de aquellas que son responsables de la infraestructura técnica de la Red, como proveedores de Internet y equipamiento de comunicaciones.

Fuente:  Lanacion.com

30 de mayo de 2011

¿Por qué Facebook es gratis?

Existe una tendencia en Internet a ofrecer productos o servicios de manera gratuita para el usuario. Uno se pregunta cómo es posible, y muchas veces no se da cuenta de que cuando un servicio es gratuito es probable que el producto sea el propio usuario.


Bruce Schneier, gurú de Internet, explicaba la semana pasada en una conferencia en Madrid por qué Facebook no cobra por el uso de su plataforma. Los usuarios de Facebook no somos sus clientes; somos su producto, que vende a sus clientes. Facebook gana dinero a partir de lo que la gente cuenta en su red. Y cuantos más usuarios tenga y cuantas más cosas expongan de su vida mejor, porque eso significa más ingresos para ellos.

En efecto, en Internet esta tendencia del todo gratis para el usuario ha evolucionado muy rápidamente abarcando áreas de servicios que antes eran de pago. En el caso de las redes sociales, aunque con excepciones, la gratuidad es el denominador común. Los administradores de redes sociales no han tardado en percatarse de que si un usuario puede conseguir el mismo producto gratis o pagando, por lo general elegirá aquél de costo cero y, por tal motivo, han optado por ese modelo.


Pero obviamente, las redes sociales no son ONG´s y necesitan monetizar el tráfico que generan. ¿Cómo lo hacen? En el caso de Facebook, “la mayor parte de la contribución a las finanzas de la empresa proviene de la publicidad. Facebook maneja tres diferentes tipos de anuncios en su sitio: publicidad dirigida (los anunciantes escogen a quién llegar), anuncios interactivos (las empresas piden a los usuarios que hagan algo en su publicidad) y finalmente, los anuncios contextuales en los que se muestra cuáles de nuestros amigos gustan de cierta marca o producto”.

Pese a que Facebook y el resto de redes sociales obtienen beneficios adicionales por otras vías, tales como acuerdos con terceras empresas que venden sus productos en sus plataformas o la comercialización de bienes virtuales con su propia moneda (“Facebook credits” en el caso de la red americana), ingresar dinero por la publicidad es el modelo preferido por este tipo de plataformas. ¿Pero qué tiene de especial esta circunstancia? Los datos que manejan. Afirmaba Schneier que existen en Facebook, y en gran medida en otras redes sociales, hasta seis tipos de datos: información que el usuario mete para abrir su cuenta, aquellos datos que va subiendo a su perfil, lo que luego va publicando, los comentarios que suben otros sobre él y los datos sobre los hábitos de las personas.
Ese volumen de datos permite a Facebook ofrecer bases de datos a empresas interesadas en prospecciones de mercado o en negocios basados en perfiles personales. Se posibilita así investigar las preferencias de un segmento de población, acotado según edades y área geográfica y llegar al público adecuado en el momento justo.

El caso de Twitter, según publicaba el diario El País hace algunas semanas, es similar. Twitter comercializa ciertos datos de sus usuarios. Tales datos, afirmaba el diario, “contienen información muy valiosa, si se sabe aprovechar. Dicen mucho acerca de quién, cómo, cuándo y dónde se ha originado el tuit. Un filón para quien se dedique a la minería de datos que, después venderá a las agencias de publicidad y mercadotecnia.”

En este nuevo ecosistema social las marcas, que pugnan por saber qué demandan sus usuarios, tienen a su alcance la posibilidad de segmentar el perfil del usuario al que quieren hacer llegar su mensaje, multiplicando su efecto. Lo cierto es que los usurarios consideran las redes sociales como parte de sus vidas, por lo que el anunciante puede tener la seguridad de dirigirse a personas reales con un verdadero interés en sus productos.

La propia red social Facebook expone en su web, como caso de éxito, el de la empresa CM Fotographic: “Los anuncios de Facebook permitieron a CM Photographic segmentar su publicidad a su grupo demográfico exacto: mujeres de 24 a 30 años cuya situación sentimental en Facebook fuera que estaban comprometidas. En un año, la inversión en publicidad en Facebook de CM Photographics por valor de 600 USD generó unos ingresos de casi 40.000 USD”.

La legalidad de estas prácticas viene amparada normalmente en la aceptación por los usuarios de las condiciones de uso de las redes sociales y en la aceptación de aquéllos de los parámetros por defecto establecidos por la red social. El consentimiento y la información se configuran como elemento básico del tratamiento de los datos. La cuestión radica aquí en determiner si el usuario está conveniente informado del modo en que sus datos son tratados por la red social. En definitiva, legal o no, parafraseando a Schneier, “los usuarios de Facebook no somos sus clientes; somos su producto”.

Fuente: Blog: lainformación.com

29 de mayo de 2011

Comportamiento Organizacional. "El efecto del esfuerzo”

Si tienes personal a tu cargo, o si eres padre (que es una forma de tener “personal a tu cargo”), deja de hacer lo que estés haciendo y ponte a leer “El efecto del esfuerzo”. Es un artículo sobre la profesora de psicología de Stanford, Carol Dweck. Examina el estudio que hizo durante treinta años de por qué algunas personas algunas triunfan y otras no. (Una pista: la respuesta no es “gracias a un talento divino.”)

El artículo explica que la gente tiene dos tipos de mentalidad: de crecimiento o fija. Las personas con mentalidad de crecimiento ven la vida como una serie de retos y oportunidades para mejorar. Las personas con una mentalidad fija creen que ellos ya están asentados de forma permanente como buenos o malos. El problema es que los buenos creen que no tienen que trabajar mucho porque ya son buenos, y los malos creen que el trabajar mucho no les va a cambiar nada puesto que son malos de forma fija.

Hace poco Carol Dweck publicó un libro llamado “Mentalidad: La nueva psicología del éxito”.
Para darles un aperitivo sobre el artículo y su trabajo, aquí hay una parte del artículo titulado “¿Qué les decimos a los niños?” Yo me he tomado la libertad de añadir [empleado] para mostrar lo relevante que este artículo puede ser dentro del mundo de los negocios.

Tienes un niño [empleado] que sobresale, y quieres que tenga éxito. Deberías decirle lo inteligente que es, ¿verdad?

Eso es lo que el 85 por ciento de los padres encuestados le dijeron a Dweck. Pero la investigación que hizo con estudiantes de quinto grado muestra lo contrario. Las etiquetas, aunque sean positivas, pueden ser perjudiciales. Pueden inculcar una mente fija y todo el equipaje que esto conlleva, desde la ansiedad sobre cómo será su rendimiento hasta la tendencia a abandonar rápidamente.

Esas palabras bien intencionadas pueden minar la motivación y el goce del aprendizaje de los niños [empleados] y mermar su rendimiento. Aunque el estudio de Dweck se centró en los halagos a la inteligencia, dice que sus conclusiones son válidas para todos los talentos y habilidades.

Éstas son algunas sugerencias que Dweck aporta en su libro sobre la mentalidad:

Escucha lo que le dices a tus hijos [o a los trabajadores], prestando atención a los mensajes que estás enviando sobre la mentalidad.
En lugar de alabar la inteligencia o el talento de los niños [empleados] de los niños céntrate en los procesos que utilizan.
Por ejemplo: “Esa tarea era muy larga y complicada. La verdad es admiro cómo fuiste capaz de concentrarte y  terminarla. “
Por ejemplo: “Ese dibujo tiene unos colores preciosos. Cuéntame cómo lo has hecho”.
Por ejemplo: “Ese trabajo está muy pensado. Realmente me hace mirar a Shakespeare de una manera nueva”.
Cuando tu hijo [empleado] meta la pata, proporciónale crítica constructiva-retroalimentación que ayude al niño [empleado] a entender cómo solucionar el problema, en lugar de etiquetar o excusar al niño [empleado].
Presta atención a las metas que estableces para tus hijos [trabajadores]. Tener talento innato no es una meta, pero aumentar sus habilidades y su conocimiento sí que lo es.

Sin embargo, no te preocupes por elogiar demasiado a tus hijos [trabajadores] por su bondad intrínseca. Es importante para los niños [empleados] el saber que son buenos de base y que sus padres les quieren incondicionalmente, dice Dweck. “El problema surge cuando los padres de los niños [o los responsables de los empleados] alaban a los niños de una manera que les hace sentir que son buenos y dignos de amor sólo cuando se comportan de manera concreta que les gusta a los padres”.

Estos son algunos puntos para reflexionar: tal vez esto explica la marcha inexorable hacia la mediocridad de muchas (temporalmente) grandes empresas. Digamos que en su inicio marchan muy bien. Proveen algo interesante y alcanzan el éxito. Por lo tanto, son capaces de atraer a los mejores empleados, a los más brillantes, y con más talento. A personas que desde la infancia se les ha dicho que son los mejores. En efecto, el ser contratado por una empresa que va muy bien es una “prueba” de que son jugadores de primera: de hecho, la compañía es tan buena que incluso puede “robarle” empleados a Google y Microsoft  y les ha escogido a ellos, luego es porque son muy buenos.

Desafortunadamente, desarrollan una mentalidad asentada en el hecho de que son los más talentosos, y piensan que el éxito continuo es un derecho suyo. Los problemas surgen porque el talento puro sólo funciona mientras que las cosas son fáciles. Y además, son personas que no se arriesgan, porque el fracaso sería perjudicial para su imagen de ser los mejores, los más brillantes, y con más talento. Y cuando ellos fallan, lo niegan o lo atribuyen a otra cosa en lugar de a sus defectos.

Y este es el principio del fin.

Artículo de Guy Kawasaki.